Estuve de vacaciones del 14 al 21 de marzo del 2012 en Hermosillo, Son. El sábado 17, fuimos a una playa que tenía muchas ganad de conocer: Bahía de Kino, en el mismo estado.
Ah que bonito lugar! Mi país tiene de todo tipo de playas y lo primero que me encanta admirar es el color del mar. Esta zona pertenece al mar de Cortés, tiene un color verde casi turquesa con arena dorada como en Acapulco, vean la foto que tomé.
En fin, eran como la 1 pm y el agua estaba muy fría. Fui con un par de amigos que me incitaban a entrar. Yo poco a poco entraba... sentía un cosquilleo en los pies, como si pisara un animalejo que me convencí que no era nada. Una hora después de asolearme en la arena decidí volver a entrar al mar y me adentré unos 10 metros pues el agua no tenía profundidad.
De pronto sentí como si unas tijeras se me clavaran en la planta de mi pie derecho. El dolor fue tan intenso que grité muy fuerte pero nadie me escuchó. Salí corriendo pensando que algún animal pudiera atacarme pero conforme pasaba el tiempo un dolor intenso me invadía el pie. Cuando salí del mar estaba caminando con el puro pie izquierdo y alcancé a ver que mi pie sangraba en gotas grandes. No quise ver. Me tumbé al suelo y mis amigos comenzaron a enjuagarme y quitarme la arena del pie, utilizaron agua embotellada que llevábamos pero la hemorragia no paraba, pero eso no era lo malo para mi en ese momento: era el dolor cada vez mas intenso que sentía conforme pasaba el tiempo. Al ver mi pie tenía un línea gruesa negra, como si me hubiera encajado un tentáculo o una punta de erizo.
Del dolor cerré mis ojos fuertemente mientras me enjuagaban con agua. Mis amigos aseguraban que era una cortadura, pero pasó un vendedor ambulante y confirmó que se trataba del aguijón de una mantarraya. La línea negra que se veía se trataba del veneno o la toxina que había invadido mis venas de la planta del pie y el vendedor sugirió llamar a una ambulancia pues no sería fácil. En ese momento la única unidad disponible esta atendiendo otro incidente así que nos fuimos a la Cruz Roja del poblado mas cercano.
Llegue con el dolor más intenso aun. Ahí me recostaron en la camilla, me revisaron la herida y me colocaron anestesia, con el propósito de poder maniobrar sin dolor. Un minuto después el paramédico comenzó a presionar las venas para sacar todo el veneno, la intención era drenar todo el pie de la toxina.
Sentí un gran alivio. Me recomendaron meter el pie en agua caliente y que todo estaría bien, pero no fue así... Los días siguientes al accidente fueron bastante tranquilos, pero el siguiente sábado el pie amaneció muy hinchado y con dolor.
Tuve que regresar al medico y me confirmó infección. Me recetó amoxicilina y ácido clavulánico junto con unos calmantes. me recomendó lavar muy bien la herida y tenerla al aire libre el mayor tiempo posible.
Hasta ahora, he pasado noches con fiebre y no me he podido recuperar. Me siento preocupado.
Quise compartir este blog para que tomen precauciones en el mar. Considero que debería de haber algún tipo de señalización en las playas. Por ejemplo como cuando hay tiburones. También, si sienten cosquilleo en los pies es mejor salirse o también se sugiere usar zapatos de nado. Me pregunto por qué el paramédico no me recetó ningún antibiótico desde un principio. Se lo preguntamos en ese momento y el doctor que diagnosticó la infección lo extraño también.
He leído que debo ser muy cuidadoso pues la infección puede empeorar la situación.
Encontré este
Blog, que me ayudó a documentarme y se los comparto para que lo consulten.
